Por Mauricio Jacob
Cuando se debe explicar el por qué del campeonato obtenido por Arsenal, son numerosos y diversos los atributos que pueden encontrarse a lo largo de una brillante campaña. Los posibles cuestionamientos o defectos, se hacen añicos ante las varias virtudes bien complementadas en el equipo de Arroyito.
Partamos de que las estadísticas aquí quedan al margen de la página y centramos el análisis en la coyuntura futbolística e institucional.
Roberto Fálico declaró al comienzo de la temporada que el título en el 2007 no se obtuvo por errores propios, asumiendo la culpabilidad y agregando: “Vamos a salir campeón” (fue publicado en su momento por este medio). Convencido y confiado en sus palabras, tejió un equipo en base a nombres experimentados y algunos jóvenes aportes. Eternos guerreros, fieles escuderos y hambrientos soldados, fueron llamados a contribuir en este plantel, metafóricamente hablando. Todos los pueblos de Paraná campaña fueron testigos de lo que era capaz Arsenal. Observaron el despliegue de su fútbol – espectáculo y muchos se rindieron entregando la dolorosa derrota ante el avance insostenible del imperio.
Vayamos directamente a las cuestiones centrales que marcaron este título. Primeramente se transformó la cara de una institución golpeada años atrás desde lo económico. Se constituyó un grupo importante para afrontar este certamen con el objetivo de la gloria. La Subcomisión respaldó el trabajo del cuerpo técnico, aportando su sacrificio cada día de la semana para concretar el anhelado sueño. Luego se manifestó una notable preparación física de los jugadores, los mismos al término de cada partido subrayaban ese aspecto realmente significante para el fútbol que hoy vivimos. Solamente el nombre del DT es sinónimo de “Triunfo”, batallador en sus épocas de Unión Alcaraz o Independiente FBC, por sólo citar ejemplos de nuestra Liga. Conocedor de las condiciones de cada futbolista, construyó un ejército difícil de vencer. Hacer llegar su mensaje o pensamiento de lo que pretende en la cancha, fue clave y es virtud de este Fálico.
Siguiendo con los aspectos de la consagración, desembocamos en los obreros que aplicaron la táctica en el terreno. Una defensa casi invulnerable se constituyó con Giacinti-el eterno Milocco-Hirsfeld y Núñez; respaldados por el seguro Siebenlist (uno de los mejores arqueros del moderno fútbol chacarero). El aporte de la inteligencia y sabiduría de un volante central de las características históricamente conocidas de Ramón Rodríguez; la voluntad de Martínez con una interminable idea y vuelta; y un párrafo aparte para el puñal ofensivo. Ver en acción a Jara y Comas realmente dio y da gusto. Juntos armaron una dupla temible y muy respetable. Velocistas con habilidad notoria, fueron autores intelectuales de muchas conquistas de redes. Vértigo, verticalismo, profundidad, precisión, son algunas de las características de estos “enanos – gigantes”. ¿Creadores de conquistas, dije? Sí, porque allá los esperaban Chitero, que funcionó como media punta (en distintas oportunidades se juntaba para triangular con los chiquilines diabólicos), y el fenomenal Tanque Goodfriedt como principal referente en el área. Quizás no en toda su plenitud, pero siempre vigente gracias a los pergaminos obtenidos que engrosan su rico currículum.
Estos nombres fueron la base del Arse que se repetía de memoria. Desde afuera, se empuñaron la lanza cada vez que se los requerían: Vogel, el goleador Alegre o el juvenil Niquel, entre otros.
Grandes guerreros que sabían de conquistas en otros territorios y con otras banderas, depositaron su entereza en un desafío complicado: llevar a lo más alto de todo, al país de Arroyito. Lo lograron en plenitud, escoltados por un pueblo que les rindió tributo y lo hará eternamente: con abrazos, lágrimas, sonrisas, promesas… con la interminable felicidad que cubrió a miles de fieles e instantáneamente hizo que un día, el fútbol de Paraná Campaña, se tiñera de BLANCO y VERDE. Esos colores que llegaron por primera vez a la cima y nunca jamás serán quitados, porque ya forman parte de los propios libros de historia en esta Liga.
Cuando se debe explicar el por qué del campeonato obtenido por Arsenal, son numerosos y diversos los atributos que pueden encontrarse a lo largo de una brillante campaña. Los posibles cuestionamientos o defectos, se hacen añicos ante las varias virtudes bien complementadas en el equipo de Arroyito.
Partamos de que las estadísticas aquí quedan al margen de la página y centramos el análisis en la coyuntura futbolística e institucional.
Roberto Fálico declaró al comienzo de la temporada que el título en el 2007 no se obtuvo por errores propios, asumiendo la culpabilidad y agregando: “Vamos a salir campeón” (fue publicado en su momento por este medio). Convencido y confiado en sus palabras, tejió un equipo en base a nombres experimentados y algunos jóvenes aportes. Eternos guerreros, fieles escuderos y hambrientos soldados, fueron llamados a contribuir en este plantel, metafóricamente hablando. Todos los pueblos de Paraná campaña fueron testigos de lo que era capaz Arsenal. Observaron el despliegue de su fútbol – espectáculo y muchos se rindieron entregando la dolorosa derrota ante el avance insostenible del imperio.
Vayamos directamente a las cuestiones centrales que marcaron este título. Primeramente se transformó la cara de una institución golpeada años atrás desde lo económico. Se constituyó un grupo importante para afrontar este certamen con el objetivo de la gloria. La Subcomisión respaldó el trabajo del cuerpo técnico, aportando su sacrificio cada día de la semana para concretar el anhelado sueño. Luego se manifestó una notable preparación física de los jugadores, los mismos al término de cada partido subrayaban ese aspecto realmente significante para el fútbol que hoy vivimos. Solamente el nombre del DT es sinónimo de “Triunfo”, batallador en sus épocas de Unión Alcaraz o Independiente FBC, por sólo citar ejemplos de nuestra Liga. Conocedor de las condiciones de cada futbolista, construyó un ejército difícil de vencer. Hacer llegar su mensaje o pensamiento de lo que pretende en la cancha, fue clave y es virtud de este Fálico.
Siguiendo con los aspectos de la consagración, desembocamos en los obreros que aplicaron la táctica en el terreno. Una defensa casi invulnerable se constituyó con Giacinti-el eterno Milocco-Hirsfeld y Núñez; respaldados por el seguro Siebenlist (uno de los mejores arqueros del moderno fútbol chacarero). El aporte de la inteligencia y sabiduría de un volante central de las características históricamente conocidas de Ramón Rodríguez; la voluntad de Martínez con una interminable idea y vuelta; y un párrafo aparte para el puñal ofensivo. Ver en acción a Jara y Comas realmente dio y da gusto. Juntos armaron una dupla temible y muy respetable. Velocistas con habilidad notoria, fueron autores intelectuales de muchas conquistas de redes. Vértigo, verticalismo, profundidad, precisión, son algunas de las características de estos “enanos – gigantes”. ¿Creadores de conquistas, dije? Sí, porque allá los esperaban Chitero, que funcionó como media punta (en distintas oportunidades se juntaba para triangular con los chiquilines diabólicos), y el fenomenal Tanque Goodfriedt como principal referente en el área. Quizás no en toda su plenitud, pero siempre vigente gracias a los pergaminos obtenidos que engrosan su rico currículum.
Estos nombres fueron la base del Arse que se repetía de memoria. Desde afuera, se empuñaron la lanza cada vez que se los requerían: Vogel, el goleador Alegre o el juvenil Niquel, entre otros.
Grandes guerreros que sabían de conquistas en otros territorios y con otras banderas, depositaron su entereza en un desafío complicado: llevar a lo más alto de todo, al país de Arroyito. Lo lograron en plenitud, escoltados por un pueblo que les rindió tributo y lo hará eternamente: con abrazos, lágrimas, sonrisas, promesas… con la interminable felicidad que cubrió a miles de fieles e instantáneamente hizo que un día, el fútbol de Paraná Campaña, se tiñera de BLANCO y VERDE. Esos colores que llegaron por primera vez a la cima y nunca jamás serán quitados, porque ya forman parte de los propios libros de historia en esta Liga.
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